Sendero
La labor monótona del acondicionador de aire desespera. Solamente descansa cuando logra sacar a patadas las lenguas del bochorno. En estos días Las más de las veces se acelera, ya que ni a marcha forzada puede romper la flama de un sol atormentado por el hombre. En confianza le decíamos a Nature:
Qué tanto, es tantito. Ahora es tantote.
La armonía de la piel turgente y rosada; se ha vuelto seca y con patas de gallo.

