sendero
Una vez al año la luna se aparta del camino y aluza el bosque y una casa abandonada. A través de la ventana se ve una tertulia, al centro un piano de cola. Se oyen risas, voces que dan paso al silencio cuando interpreta la sonata “Claro de luna”. Al terminar el hombre de la melena y amplia frente agradece los aplausos con una leve inclinación. El resplandor se apaga hasta quedar en la penumbra. La luna vuelve al camino y desaparece entre las nubes.

