Sendero
Al secarte te digo que eres mío.
Aliso tu cabello con el peine de marfil que una tía me regaló.
Mientras escojo tu ropa, te visto de capitán y me cuadro ante tu altivez.
Qué placer tenerte a mi lado.
arroparte en mi regazo,
hacerte caricias, morder tus cachetes y meterte en mi pecho…
Vamos capitán, no llores
que ya no tarda tu mamá;
pero te quiero como si fuera, o más todavía.

