Sendero
Los hijos de ambos matrimonios retozaban en la piscina. Las mujeres se dieron cuenta y de inmediato ordenaron a sus hijos que se salieran. Romeo, el hijo del matrimonio A, llevaba un lunar en forma de coma en la nuca. Julieta la niña del matrimonio B lucía un ala de mariposa a un lado de la axila. Misma marca que llevaban sus papás. Todo normal si los lunares se hubiesen ubicado en la casilla correspondiente.

