Sendero
Se fueron los pájaros en la tarde fría. El chucu, chucu del tren va en crescendo.
Los oboes del viento silban y en la pradera la hierba se incendia con la escarcha.
Entre los trigales hay un silencio que grita entre los espantapájaros.
Helado el diapasón de mi guitarra me enteré después , que ya habían partido los unicornios.
La pradera cruje al pisarla y el viejo gallo no le tiembla la charcha.
Hay en la casa una ventana nublada y un ropero sin nada con las perchas desvestidas.

