Caliope de Rubén García García

sendero

—Has implorado que te otorgue el don para la microfición. Y ahora que te lo ofrezco, me haces una mueca de disgusto.

—¡Cuánto te lo agradezco amada diosa! Dime, ¿no tendras una moneda? Ya no tarda Caronte y no traje suelto.

Deja un comentario