veo relámpagos horizontales,
en un zig-zag iridiscente.
Allá el verde de García Lorca
el amarillo de los girasoles de Gogh
mas por la gritería
no pude menos que admirar,
que eran parvadas de cotorros
que eclosionaron sobre la ciudad;
borrachos de vida,
sin respetar el rojo de los semáforos.
ni el silencio obligatorio de los hospitales

Desmorona. Por ellos y por tantos otros…
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Gracias Levie, discúlpa no había visto el comentario, gracias por tu amor hacia las aves. Abrazo grande.
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No puedes describir mejor a estas aves en versos tan lindos. Gracias y un abrazo.
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Querida amiga Isabel, veo apenas tu comentario, disculpa mi tardanza, pero mas vale tarde. Comparto el amor por las aves y la naturaleza. Abrazo y rosas.
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