Almas gemelas
¡Qué difícil enamorarse en la pandemia! —afirmaba el
abuelo—.
Si no era la cuarentena, que no te dejaba salir de casa; eran los
barbijos, los lentes, las mascarillas, los trajes de bioseguridad, que no te
dejaban saber si con quien te cruzabas era hombre o mujer.
Después de cuarenta años, los científicos y la tecnología
solucionaron la necesidad de emparejarse de las personas, al crear el
mayor invento para encontrar a tu alma gemela: Aeternum, un
complejo sistema de citas computarizado. No era necesario conocer a
alguien por azar del destino, empezar a salir, si había química entablar
una relación y esperar que todo saliera bien.
Para los solteros, este servicio facilitaba las cinco mejores
opciones de pareja que vivieran en el mismo país. Más importante aún,
daba la opción de ver cómo sería el futuro con esa persona a través de la
realidad aumentada.
Muchas mujeres casadas, como yo, probaban el sistema para
identificar a las cinco parejas ideales y ver cómo habría sido su vida; sé
que suena a tortura, pero la curiosidad era mayor. La mayoría
comprobaba que el matrimonio con otro u otra hubiera sido
incomparable, aunque también había excepciones.
Casada durante quince años, con un dinero extra que gané,
decidí saber de lo que me había perdido. Cuando estuve con los lentes
puestos y me mostraron mis cinco alternativas, ninguna fue mejor que
la que tenía. Me sentí tan afortunada y más enamorada de Gabriel. Volví
a casa, preparé una cena romántica, estaba decidida a recuperar la
pasión y romance en mi relación.
Veinte años después, cuando Gabriel estaba a punto de morir
me confesó que, con nuestros ahorros, había sobornado a un hacker
para que me mostrara lo que vi. No pude más que besarle antes de su
último aliento.

¡Qué linda prosa, ALMAS GEMELAS! no conocía a la autora…pero me ha gustado su trayectoria literaria, estimado Rubén. Gracias por compartir. Te invito cordialmente a mi reciente poema titulado: EL MILAGRO…Un abrazo.
Me gustaMe gusta
Asi es Ingrid, excelente escritora boliviana. Abrazo grande.
Me gustaMe gusta