El León no es como lo pintan

Rubén García García


Tiene los ojos de muñeco. Buscó sus cigarros, tocó su cabeza, su cara, la barba. Su coleta había desaparecido. Miró a su derredor: las paredes impolutas, lisas y un cielo azul. El pasto mullido, la sombra acostada de los árboles que invitaba a la oración. Musica de chelos brotaba del suelo.
Iracundo gritó: ¡No! ¡basta! ¡basta!, ¡pongan a Metálica! ¡Mac Sabbath! ¡Ladybird! ¡quiero morir!, quiero morir!
—Estás muerto
—Quiero ir al infierno
—En él, estás. Y diviértete, …tu angelito al que siempre mandabas a la chingada.

9 Comentarios

  1. Que frescura, ya veo donde te pierdes cuando no escribes cuentos. Saludes.

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    1. Nada yo l hago caso al angelito bueno. Gracias por llegar.

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      1. Buenas noches. Cuidate.

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    1. No entiendo el comentario Mari. Gracias por venir. Abrazo

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      1. Aaahh, digo que es buenísimo

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      2. Gracias amiga, la verdad, pensé que te habías confundido, pero si me dices que no, haces que me sienta diferente. Abrazo y rosas.

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      3. Un abrazo y gracias a ti

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