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Jarra de vino o laguna
Tirémonos sobre la alfombra. Vivir en tu interior, soñar en tu boca. Correré mis manos por tu cintura, y siendo barca retornaré por el rio de tu espalda. Allá tus senos de guanábana. Tu ombligo redondo y profundo, poza, jarra de vino o laguna donde aún se baña Li-po.
Y si probaras el fruto igual te enamorarías. Tiene aroma delicado, mezclada con azúcar se torna una delicia en forma de agua, nieve, o helados. gracias por llegar y dejarme tu comentario. besos y un ramo de flores.
La guanábana que mencionas, es una fruta casi desconocida por aquí. La he visto en Brasil, y recuerdo que hacían una especie de puré, que lo colocaban sobre helado. No lo probé.
El mini relato delicioso como siempre.
Un abrazo y hasta pronto.
La guanabana llega a pesar el fruto hasta dos kilos, Es asombroso ver los frutos pegadas al tronco o ramas del árbol. La piel del fruto no es lisa, da la sensación de que tiene espinas. Se cortan y se maduran, Al abrirlas ves una carne blanca con puntos negros que son las semillas, es agridulce. Se le quitan las semillas y se deja la pulpa que combindada con azucar, puedes hacer un agua fresca, paletas, helados, o bien mezcladas con ron o caña, y licuadas sale una bebida que se llaman por aqui torito, que es delicioso y que debe de tomarse con cuidado.
Te comparto la poesía ESTUDIO de Carlos pellicer, poeta mexicano que murió por los años setenta.
ESTUDIO
La sandía pintada de prisa
contaba siempre
los escandalosos amaneceres
de mi señora
la aurora.
Las piñas saludaban el medio día.
Y la sed de grito amarillo.
se endulzaba en doradas melodías.
Las uvas eran gotas enormes
de una tinta esencial,
y en la penumbra de los vinos bíblicos
crecía suavemente su tacto de cristal.
¡Estamos tan contentas de ser así!.
Dijeron las peras frías y cinceladas.
Las manzanas oyeron estrofas persas
cuando vieron llegar a las granadas.
Las que usamos ropa interior de seda…
dijo una soberbia guanábana.
Pareció de repente que los muebles crujían…
Pero ¡si es más el ruido que las nueces!
Dijeron los silenciosos chicozapotes.
llenos de cosas de mujeres.
salían
de sus eses redondas las naranjas.
Desde un cuchillo de obsidiana
reía el sol la escena de las frutas.
Y la ventana abierta hacía entrar la montaña
con los pequeños viajes de sus rutas.
La guanabana llega a pesar el fruto hasta dos kilos, Es asombroso ver los frutos pegadas al tronco o ramas del árbol. La piel del fruto no es lisa, da la sensación de que tiene espinas. Se cortan y se maduran, Al abrirlas ves una carne blanca con puntos negros que son las semillas, es agridulce. Se le quitan las semillas y se deja la pulpa que combindada con azucar, puedes hacer un agua fresca, paletas, helados, o bien mezcladas con ron o caña, y licuadas sale una bebida que se llaman por aqui torito, que es delicioso y que debe de tomarse con cuidado.
Te comparto la poesía ESTUDIO de Carlos pellicer, poeta mexicano que murió por los años setenta.
ESTUDIO
La sandía pintada de prisa
contaba siempre
los escandalosos amaneceres
de mi señora
la aurora.
Las piñas saludaban el medio día.
Y la sed de grito amarillo.
se endulzaba en doradas melodías.
Las uvas eran gotas enormes
de una tinta esencial,
y en la penumbra de los vinos bíblicos
crecía suavemente su tacto de cristal.
¡Estamos tan contentas de ser así!.
Dijeron las peras frías y cinceladas.
Las manzanas oyeron estrofas persas
cuando vieron llegar a las granadas.
Las que usamos ropa interior de seda…
dijo una soberbia guanábana.
Pareció de repente que los muebles crujían…
Pero ¡si es más el ruido que las nueces!
Dijeron los silenciosos chicozapotes.
llenos de cosas de mujeres.
salían
de sus eses redondas las naranjas.
Desde un cuchillo de obsidiana
reía el sol la escena de las frutas.
Y la ventana abierta hacía entrar la montaña
con los pequeños viajes de sus rutas.
Pocas palabras para relatar grandes hechos…….
Un Abrazo Rubén 🙂 .
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Gracias mi buen amigo por visitarme y comentar… abrazo grande.
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Así es Rubén, vivir, vivir!! Un gran abrazo
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Mi compañera Cristina gracias por venir a verme y dejarme tus bellas palabras… besos y flores.
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🙂
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Poesía chiquita y bonita , me gustó un montón .
Un abrazo amigo Ruben 🙂
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Me alegra que te haya gustado Melani, te dejo abrazos y flores… rub
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Gracias por los abrazos y flores , ahí van los mios

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Muy hermoso. Tenía ganas de volver y leerte de nuevo. Un abrazo.
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Gracias querida amiga por Un abrazo grande, besos y flores para ti.
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Hermosa poesía.
Un besote y fuerte abrazo.
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Gracias bella amiga por dejarme tu comentario. besos y flores rub
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Qué bella palabra… «guanábana» … la que una buena amiga Colombia me ayudó a traducir… Precioso.
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Y si probaras el fruto igual te enamorarías. Tiene aroma delicado, mezclada con azúcar se torna una delicia en forma de agua, nieve, o helados. gracias por llegar y dejarme tu comentario. besos y un ramo de flores.
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La guanábana que mencionas, es una fruta casi desconocida por aquí. La he visto en Brasil, y recuerdo que hacían una especie de puré, que lo colocaban sobre helado. No lo probé.
El mini relato delicioso como siempre.
Un abrazo y hasta pronto.
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mira amada stella, te perdiste de un sabor aromático increible. la Guanabana tiene un epidermis de dinosaurio, de co
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La guanabana llega a pesar el fruto hasta dos kilos, Es asombroso ver los frutos pegadas al tronco o ramas del árbol. La piel del fruto no es lisa, da la sensación de que tiene espinas. Se cortan y se maduran, Al abrirlas ves una carne blanca con puntos negros que son las semillas, es agridulce. Se le quitan las semillas y se deja la pulpa que combindada con azucar, puedes hacer un agua fresca, paletas, helados, o bien mezcladas con ron o caña, y licuadas sale una bebida que se llaman por aqui torito, que es delicioso y que debe de tomarse con cuidado.
Te comparto la poesía ESTUDIO de Carlos pellicer, poeta mexicano que murió por los años setenta.
ESTUDIO
La sandía pintada de prisa
contaba siempre
los escandalosos amaneceres
de mi señora
la aurora.
Las piñas saludaban el medio día.
Y la sed de grito amarillo.
se endulzaba en doradas melodías.
Las uvas eran gotas enormes
de una tinta esencial,
y en la penumbra de los vinos bíblicos
crecía suavemente su tacto de cristal.
¡Estamos tan contentas de ser así!.
Dijeron las peras frías y cinceladas.
Las manzanas oyeron estrofas persas
cuando vieron llegar a las granadas.
Las que usamos ropa interior de seda…
dijo una soberbia guanábana.
Pareció de repente que los muebles crujían…
Pero ¡si es más el ruido que las nueces!
Dijeron los silenciosos chicozapotes.
llenos de cosas de mujeres.
salían
de sus eses redondas las naranjas.
Desde un cuchillo de obsidiana
reía el sol la escena de las frutas.
Y la ventana abierta hacía entrar la montaña
con los pequeños viajes de sus rutas.
Carlos Pellicer C.
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La guanabana llega a pesar el fruto hasta dos kilos, Es asombroso ver los frutos pegadas al tronco o ramas del árbol. La piel del fruto no es lisa, da la sensación de que tiene espinas. Se cortan y se maduran, Al abrirlas ves una carne blanca con puntos negros que son las semillas, es agridulce. Se le quitan las semillas y se deja la pulpa que combindada con azucar, puedes hacer un agua fresca, paletas, helados, o bien mezcladas con ron o caña, y licuadas sale una bebida que se llaman por aqui torito, que es delicioso y que debe de tomarse con cuidado.
Te comparto la poesía ESTUDIO de Carlos pellicer, poeta mexicano que murió por los años setenta.
ESTUDIO
La sandía pintada de prisa
contaba siempre
los escandalosos amaneceres
de mi señora
la aurora.
Las piñas saludaban el medio día.
Y la sed de grito amarillo.
se endulzaba en doradas melodías.
Las uvas eran gotas enormes
de una tinta esencial,
y en la penumbra de los vinos bíblicos
crecía suavemente su tacto de cristal.
¡Estamos tan contentas de ser así!.
Dijeron las peras frías y cinceladas.
Las manzanas oyeron estrofas persas
cuando vieron llegar a las granadas.
Las que usamos ropa interior de seda…
dijo una soberbia guanábana.
Pareció de repente que los muebles crujían…
Pero ¡si es más el ruido que las nueces!
Dijeron los silenciosos chicozapotes.
llenos de cosas de mujeres.
salían
de sus eses redondas las naranjas.
Desde un cuchillo de obsidiana
reía el sol la escena de las frutas.
Y la ventana abierta hacía entrar la montaña
con los pequeños viajes de sus rutas.
Carlos Pellicer C.
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Que post más… goloso! 😉
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